viernes, 3 de septiembre de 2010

VENUS EN LAS DOCE CASAS - en you tube -



Venus en la casa primera, esparce la felicidad y la alegría que da el brillo del Sol sobre el hogar del niño, haciendo la primera parte de la vida feliz. Da un carácter amable así que la persona es bien querida debido a su naturaleza sociable y disposición amistosa. También exterioriza el amor por la música, el arte y el deseo de los placeres. Esto es lo que puede llamarse una “posición afortunada”, porque hace a la persona atractiva para todos aquéllos con quienes se pone en contacto y por esta razón tiende hacia el éxito en la vida. También es buena posición para la salud en general.

Venus en la segunda casa, es una indicación del éxito financiero en la vida: las personas con Venus en esta posición son generalmente muy populares, y de este modo son ayudadas por sus amigos para alcanzar posiciones lucrativas.
Al mismo tiempo, esta posición hace a la persona muy pródiga y gastadora, lo que la lleva a hacerla gastar más de lo que gana. El dinero que posee lo emplea generalmente en placeres, en vestidos u ornamentos para sí misma en una mujer, o para sus amores en un hombre, y frecuentemente conduce a abusos que minan la salud. Esta posición señala también ganancias en ocupaciones regidas por Venus, tales como la venta de telas para vestidos, joyas, música, etc.

Venus en la casa tercera, tiene un efecto especialmente beneficioso para la mente haciendo a la persona alegre, entusiasta e inclinada a mirar todas las cosas de la vida desde el lado brillante. Da también gusto por la música, arte, literatura y todo aquello que tiene una influencia refinadora y una facilidad fuera de lo común para expresarse de una manera feliz y apropiada, tanto en la oratoria como en los escritos. También inclina a los viajes, y la persona disfrutará en sus excursiones y se beneficiará por ellas. Hace, asimismo, las relaciones armoniosas con los hermanos y vecinos y son las personas con quienes el nativo se relaciona.

Venus en la casa cuarta, indica felicidad en el hogar, especialmente en la última parte de la vida. Indica también que la persona puede heredar; y si ésta tiene propiedades o fincas campestres es posible que se beneficie mucho con ellas.

Venus en la casa quinta, hace a la persona excesivamente afectuosa y como resultado de esto es protagonista de un gran número de amoríos, todos los cuales se desarrollan suavemente. Indica que el matrimonio será fructífero y que niños cariñosos alegrarán la casa. Es una posición muy afortunada para maestros y para las personas relacionadas con instituciones educacionales, así como para aquellos encargados de publicaciones literarias y para ganar dinero en especulaciones y negocios bursátiles.

Venus en la casa sexta, proporciona a la persona sirvientes fieles que trabajan por el interés de su patrono. Si, por otra parte, el nativo es un empleado, será muy querido de sus patronos y compañeros de trabajo. Es una posición excelente para la salud siempre que la persona no abuse de ella, es decir, que la constitución es armoniosa, pero no muy fuerte. Si la salud se conserva con cuidado, permanecerá en buenas condiciones durante toda la vida; pero un pequeño abuso puede inclinar los platillos de la balanza en otra dirección y hacer de la persona un inválido.

Venus en la casa séptima, es uno de los signos más seguros de felicidad doméstica. Significa un matrimonio precoz y un aumento de prosperidad después de tal acontecimiento. Si la persona tiene probabilidades de formar una sociedad sobre bases mercantiles, la presencia de Venus tiende a hacer estas relaciones armoniosas y benéficas. Es también un signo bueno para si se presentan litigios en ellos, pues siempre surge algún medio para solucionarlos sin llegar a la ruptura.
Esta posición es muy buena para los actores, cantantes y todos aquéllos que se presentan ante un público para dirigirles la voz de una manera o de otra, porque asegura una recepción bondadosa y simpática por parte de su auditorio.

Venus en la casa octava, traerá ganancias como consecuencia del matrimonio, asociaciones o legados si está bien aspectado; pero si está afligido acarreará pérdidas y disgustos en amor, o bien proporcionará un compañero de matrimonio extravagante, así como es fácil que se manifieste algún disgusto sobre algún testamento.

Venus en la casa novena, es una posición muy afortunada si Venus está bien aspectado, porque estando muy elevado aquí ejerce una influencia considerable en la vida y hace al nativo de disposición excesivamente bondadosa, simpática y servicial, así que por estas cualidades la persona consigue ser muy estimada y se persigue su amistad, especialmente en los trabajos religiosos o caritativos, pues esta posición exterioriza también el lado de la devoción de la naturaleza. Da también gusto por la música, el arte y el drama, así como por todas aquellas cosas que tienen un influencia para el desarrollo del alma. Si la persona viaja de una parte a otra tanto por ganancia como por placer, Venus, en la novena casa, suaviza sus caminos y hace sus viajes completamente favorables. Si Venus está afligido en la casa novena, la persona anhela hacer todas estas cosas que se han dicho, pero hallará dificultades excesivas para realizar sus deseos, si lo consigue alguna vez.

Venus en la décima casa, es uno de los mejores signos para un éxito general de la vida cuando está bien aspectado. La persona que tiene esta posición se hace muy popular, especialmente entre el sexo opuesto y se eleva en la escala social por medio del matrimonio. También da grandes facilidades para evitar los disgustos de la vida y extraer de ella todo lo bueno que hay en todas las situaciones. Las materias financieras favorables parece que esperan la llamada de estas personas durante toda su vida, lo cual produce una actitud de optimismo general bien marcado. Cuando Venus está afligido en la décima casa, la persona es mirada de reojo por las personas de su vecindad, y aunque intente congraciarse con ellas encontrará muy difícil el conseguirlo, siendo correspondida con insultos y desprecios. Un matrimonio precipitado o desagradable puede acabar poniendo las cosas peor de lo que están y envolviendo al nativo con la peor reputación, llegando a considerársele como un pícaro.

Venus en la undécima casa, si está bien aspectado atraerá a la persona amigos numerosos que están poseídos de la mejor voluntad para ayudar al nativo a convertir en realidad sus esperanzas y deseos; pero depende de la naturaleza y el carácter del signo en el que está Venus colocado, así como de la fortaleza de los aspectos el que estos amigos puedan ayudarnos o no. Por ejemplo, si Venus está en la undécima casa, en Aries o Escorpio, uno de los signos marcianos donde Venus es débil, y aspectado solamente por sextil con Mercurio y la Luna, puede esperarse muy poca ayuda de estas posiciones comparado con la que daría si estuviera en sus propios signos, Tauro o Libra, y en aspecto de trígono con el Sol o Júpiter. En el primer caso, los amigos atraídos a la persona pueden tener todo el mejor deseo para ayudarla, pero les faltará la habilidad para hacerlo.
En el último caso estos amigos ejercerán una poderosa influencia y conseguirán muchos beneficios para el nativo. Si Venus está afligido en la casa undécima, se ha visto muy a menudo que la persona atrae amigos que se imponen sobre ella y la usan para sus propios fines y objetos, y una vez que han hecho uso de ella hasta la máxima extensión y no pueden conseguir reportarse más beneficios mediante su influencia, la abandonan.

Venus en la casa duodécima, si está bien aspectado indica que la persona se beneficiará con las cosas significadas por esta casa, es decir, en ocupaciones relacionadas con hospitales, institutos de caridad, prisiones o por trabajos de laboratorios químicos o mediante alguna ocupación donde no se ponga en contacto con el público. Favorece también el estudio y la práctica del ocultismo y da tendencia a realizar negocios secretos o clandestinos de amor que probablemente transcurrirán en forma buena si Venus está bien aspectado; pero si este planeta es débil por signo o afligido en la casa duodécima, causará grandes disgustos mediante celos, divorcios, escándalos o enfermedades, lo cual le llevará
a verse recluido debido a la indulgencia excesiva de sus pasiones, especialmente si Venus está en Escorpio, el cual gobierna los órganos generadores, o en Tauro, que da el mismo efecto por acción refleja toda vez que esto significa abuso propio de la clase de vicios solitarios.
del libro "El Mensaje de las Estrellas" 
de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

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