lunes, 14 de junio de 2010

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Enfermedades de los oídos

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La casa duodécima nos indica las influencias confinadas de la vida, Mercurio en ella en conjunción con el Sol limita al espíritu y la sordera impide su busca en pos de conocimientos. Lo mismo ocurre si Saturno, Marte, Urano o Neptuno afligen, y también cuando los signos mercuriales, Géminis y Virgo, están en la cúspide de la casa duodécima con Mercurio afligido (no importa dónde esté colocado en el horóscopo). Insertamos aquí horóscopos de personas que están sufriendo de esta enfermedad y el número 7 es la figura de una mujer que está gradualmente perdiendo su oído. Mercurio, Venus y el Sol están en conjunción cercana en Piscis, el signo duodécimo, el cual está también en la casa duodécima.
La sangre, la linfa, el fluido invisible llamado “fuerza nerviosa” por la ciencia, son los constructores de nuestros cuerpos; cada planeta, excepto Urano y Neptuno, tiene dominio sobre una de sus partes constituyentes.
Mercurio rige los nervios, especialmente el sistema cerebroespinal y el fluido vital invisible de color rosáceo que fluye en la cubierta del nervio visible.
La Luna rige también los nervios en un sentido general, pero tiene especial dominio sobre las cubiertas de los nervios del cuerpo, sobre el sistema simpático y la linfa.

Júpiter gobierna la circulación arterial.
Venus rige la sangre venosa.
Marte rige el hierro de la sangre.
El Sol rige el oxígeno, y
Saturno tiene dominio sobre los depósitos minerales que arrastra la sangre, los cuales son las causas de la arteriosclerosis y otras partes endurecidas del cuerpo.

Cuando un planeta se halla en conjunción estrecha con el Sol, tres grados o menos, se dice que está en combustión y su rayo está, por así decirlo, abrasado por el calor terrible del Sol, y, por consiguiente, el planeta afligido no puede ejercer su funcionamiento debidamente en la vida de la persona nacida bajo esta configuración. Es también evidente que al igual que el eslabón más débil de una cadena es el primero en romperse, así también se mostrará la enfermedad en la parte del cuerpo afligida mayormente.
El horóscopo número 7 tiene a los planetas Venus y Mercurio en combustión en la casa duodécima y, por lo tanto, podemos convenir que hay una falta de fuerza nerviosa en el fluido vital y que la circulación venosa del oído está obstruida. Así, pues, la congestión es inevitable, y esta facultad se embota cada vez más. La osteopatía está preparada excelentemente para tratar con todo éxito a un caso como éste; si la configuración ocurriera en un signo fijo, nosotros no nos sentiríamos tan optimistas; pero la flexibilidad es la característica más saliente de los signos comunes, por lo cual nosotros no vemos ninguna razón para que no pueda alcanzar una cura completa con paciencia y persistencia.
Como ya hemos dicho, Saturno gobierna la materia mineral terrestre transportada por la sangre; de la misma se forma el esqueleto y también las concreciones de los tejidos blandos. Por lo tanto, el esqueleto está bajo el dominio de Saturno.
En el horóscopo número 8, la incapacidad auditiva viene por medio de los signos fijos, Leo y Escorpio; esto hace el remedio más difícil, especialmente porque Saturno es el causante de la aflicción y arroja su rayo maléfico sobre Mercurio desde un ángulo. La ciencia pensó un día que el tímpano era el único, o, por lo menos, el factor principal del oído; pero ahora ha cambiado de opinión y concibe que esta facultad depende tanto o más del armazón huesoso. La naturaleza de Saturno es la de obstruir y como Escorpión gobierna los órganos de excreción, podemos ver fácilmente que esta importante función está obstruida y que los productos de desecho encuentran dificultades al pasar por los riñones y el colon. Todo sistema, por consiguiente, se obstruye y como Mercurio en la casa duodécima nos indica una debilidad de los oídos, es sencillamente natural suponer que el nervio auditivo se embaraza también y las partes huesosas del oído se hacen más densas con el curso del tiempo.
La leche agria tiene una influencia extraordinariamente buena desembarazar y purificar un organismo obstruido. Muchas personas se rebelan contra el uso de la leche en cantidad a la idea de que agrava el estreñimiento; esto es cierto al principio, pero después de un poco de tiempo de uso el sistema humano se acostumbra fácilmente a esta dieta que producirá una limpieza especialísima, al mismo tiempo que es sana y nutritiva. Las verduras y las frutas ayudarán también a la purificación de la sangre de una persona que tenga las impurezas señaladas en el horóscopo número 8, eliminando las materias extrañas y consiguiendo la cura con el tiempo.

del libro "El Mensaje de las Estrellas" 
de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

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