viernes, 3 de septiembre de 2010

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JÚPITER EN LAS DOCE CASAS
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Júpiter en la casa primera, cuando está bien aspectado, es un buen signo para la salud y para la fortuna general de la vida. Da una disposición natural y bondadosa, una naturaleza que respira cordialidad, honor y rectitud. Estas personas aman los placeres, particularmente los del campo, y son muy amigos de los viajes. Tienen una capacidad considerable de ejecución y, por lo tanto, son buscados para ocupaciones de importancia y responsabilidad. Tienen también una inclinación hacia la obesidad en los últimos años. 
Júpiter, afligido en el Ascendente, da una tendencia a la indulgencia propia con arreglo al signo en que esté colocado. Si es en Cáncer la persona se convierte en un glotón inveterado y hace de su estómago un culto totalmente, con el resultado inevitable de que con el curso de los años se hace excesivamente obeso, con el inconveniente de que el hígado se dilata y como una consecuencia de ello queda sujeto a las enfermedades de tal región de carácter crítico. En Sagitario hace un jugador empedernido, una persona que puede apostar su propia
alma a cara o cruz. En Piscis la hace un borracho incurable; en Escorpio una sensualista de la peor naturaleza, y así sucesivamente con los otros signos.
Puede decirse que siempre que Júpiter está afligido en el Ascendente, la salud sufre por consecuencia de alguna corrupción de la sangre.
Júpiter en la casa segunda, cuando está bien aspectado, especialmente por el Sol o la Luna, da una gran prosperidad económica en la vida, y éste es un aspecto afortunado en tal sentido, aun cuando Júpiter esté afligido; pero en este caso la persona está propensa a sufrir pérdidas por medio de direcciones adversas. Cuando Júpiter está sin aspecto, no proporciona ninguna ayuda; la persona puede en este caso ser pobre y hasta morir de inanición.
Júpiter en la casa tercera, cuando está bien aspectado, da una mente de naturaleza altamente optimista, así que no importa cuantos obstáculos pueden presentarse en la vida de la persona que tiene esta posición, pues siempre y en todas las ocasiones procurará buscar la línea plateada de la nube y al hacer esto olvidar la nube misma. El nativo tiene extraordinarias ventajas para la educación y, lo que es más, la educación que recibirá será de gran beneficio para él. Será muy popular y querido de sus hermanos y vecinos, y todos ellos procurarán hacerle bien. El éxito está indicado como consecuencia de los viajes, de escritos y de publicaciones. Cuando Júpiter está afligido en la casa tercera expone a la persona a hallarse en accidentes y en choques durante sus viajes, pero no será herida aunque escapará solamente por el grueso de un cabello. Si Saturno aflige en el horóscopo, la persona se hará descuidada e indolente, y de este modo perderá el respeto y la estimación de su familia y si Martes es adverso la familia y vecinos perderán la confianza en él debido a sus actos imprudentes y precipitados.
Júpiter en la casa cuarta, cuando está bien aspectado, es muy afortunado para las condiciones del hogar, especialmente en la última parte de la vida. La persona con Júpiter en esta posición se desenvolverá del mejor modo en el lugar de su nacimiento que en cualquiera otra parte y recibirá la ayuda más considerable de sus padres y probablemente una herencia dejada por ellos. Sus negocios se establecerán en bases sólidas y discurrirán suavemente, de modo que al terminar su vida habrá acumulado una cantidad considerable de bienes con arreglo a su estado social y las oportunidades de su ambiente circundante. Esas personas pasarán sus días en paz y los finalizarán entre amigos, entre la riqueza y la prosperidad. Pero cuando Júpiter está afligido en la casa cuarta, la persona debe abandonar su ciudad natal muy pronto en su vida porque las condiciones en ella le serán fatales. Una prodigalidad y gustos extravagantes, el amor a la exhibición y tendencias semejantes costosas dilapidarán sus recursos, lo cual la llevará a la bancarrota; además de todo esto, un falso orgullo la apartará de hacer una reforma radical propia aun cuando se haya hecho consciente del hecho de que debe obrar de tal modo y que, por consecuencia de tal cambio de conducta, podría salvarse, siendo el resultado de todo esto que el único medio que se halla para salir del paso es mudarse de ciudad para empezar de nuevo.
Júpiter en la casa quinta y bien aspectado, aumenta el número de hijos, los cuales acarrearán muchos provechos y placeres a los padres; da también popularidad y buenos amigos que ayudarán a la persona, así como una disposición sociable y de naturaleza placentera. En esta posición están pronosticadas ganancias por consecuencia de especulaciones, así como proporciona una inteligencia elevada y el éxito en trabajos educacionales o en negocios de publicaciones o de periódicos. Estas personas hacen unos profesores muy buenos y tienen una rara habilidad para presentar las cosas de un modo convincente. Si Júpiter está afligido en la casa quinta, especialmente en Sagitario, da cierta tendencia hacia el juego y a las pérdidas como consecuencia de ello, un amor a los deportes, aversión al trabajo y disgustos por medio de los hijos.
Júpiter en la casa sexta da buena salud y presta éxito para el cuidado y cura de los enfermos, hace sirvientes fieles y atrae el respeto y la estimación de todos aquéllos que se ponen en contacto con el nativo, especialmente en el curso de sus ocupaciones. Pero cuando Júpiter está afligido en la casa sexta da una tendencia hacia los dolores y afecciones del hígado, dilataciones de este órgano, obesidad y desórdenes generales producidos por una indulgencia grande en su apetito.
Júpiter en la casa séptima da un corazón grande y noble y un compañero de matrimonio simpático que traerá favores a la persona, fortuna y prestigio social.
Ésta es una inclinación ideal para el matrimonio, así como para una persona que busca un consocio, o bien para formar parte de sociedades. También puede tenerse la seguridad de que el compañero de negocios será noble, sincero, honrado y confiable, y, como consecuencia de todo esto, el éxito coronará la cooperación. Es una posición ideal para un abogado, porque indica éxito en leyes y la habilidad de reconciliar intereses opuestos. Pero si Júpiter es débil o afligido, perderá sus litigios o sufrirá por abuso de confianza por parte de sus consocios; el matrimonio será demorado, denegado y cuando se consume se manifestarán algunos inconvenientes por causa de la indolencia y del hábito de indulgencia propia del consorte; por lo tanto, la prudencia dicta que la persona evite tales relaciones.
Júpiter en la casa octava, cuando está bien aspectado, indica ganancias económicas por el matrimonio, por la asociación o los legados; pero cuando es débil o afligido indica litigios y pérdidas relacionadas con estos asuntos. Un Júpiter bien aspectado en la casa octava es también indicio de una terminación de la vida fácil y placentera, produciéndose cuando se ha recorrido la carrera total de la misma.
Júpiter en la casa novena da una disposición noble, pacífica, optimista y bondadosa, con tendencias religiosas, do mente amplia y tolerante hacia las opiniones de los demás, pero favoreciendo las líneas de pensamiento establecidas sobre bases ortodoxas. La persona es muy estimada en la sociedad y propensa a ocupar posiciones preeminentes en la Iglesia, en el Estado o en instituciones de educación y de asociaciones filantrópicas. Estas posiciones dan también amor hacia los viajes que procuran placeres y provecho. Pero cuando es débil o afligido por signo o por aspecto, da una altanería y gusto por las exhibiciones, las cuales están fuera de proporción con los medios de la persona, y, como consecuencia de esto, se seguirán litigios y la exposición a verse ante el descrédito social. También indica peligros durante los viajes.
Júpiter en la casa décima, cuando está bien aspectado, es una de las mejores indicaciones para una vida virtuosa, feliz y preeminente, especialmente si el aspecto está respaldado por Saturno, la Luna o el Sol, pues entonces la persona alcanza una posición elevada en la Iglesia, en el Estado o en el Foro y consigue grandes riquezas, honores y estimación social. Además, el nativo merecerá todo lo que consiga porque su carácter será de nobleza superlativa.
Pero si Júpiter es débil o afligido en la casa décima, especialmente por Saturno o los luminares, indica que el carácter no es digno de confianza y la persona puede que suba en la escala social, pero sus hechos perversos la harán descender y, por lo tanto, experimentará reveses de fortuna y pérdidas de prestigio.
Júpiter en la casa undécima y bien aspectado, da riquezas y amigos influyentes, los cuales puede ser que ayuden a la persona a realizar o a conseguir sus esperanzas, deseos y ambiciones. Da también una disposición sociable y aficionada a las placeres. En el horóscopo de un hombre significa que el matrimonio será fructífero y que los niños serán de crédito y de ayuda para el padre; pero antes de juzgar de este extremo debe examinarse también el horóscopo de la esposa para ver si concurre, porque si no es así este juicio debe
ser modificado. Cuando Júpiter está afligido en la casa undécima, bien la persona encuentra amigos que son buenos y sinceros en sus deseos para ayudarla, pero faltos de habilidad para hacerlo, o bien los amigos que el nativo atrae vienen hacia él con el ánimo de ser beneficiados. En cualquier caso nunca será muy auxiliado por los amigos sino que debe depender de sus mismos recursos para alcanzar sus deseos.
Júpiter en la casa duodécima, cuando está bien aspectado, proporciona ganancias y éxitos como consecuencia de ocupaciones llevadas a cabo en profesiones recluidas, tales como trabajos de laboratorio, en hospitales o asilos en un carácter de mando o autoridad, o en un cargo en una de las órdenes fraternales que se mueven para procurar la cura de los enfermos o también en un estudio y práctica de las artes místicas u ocultas. Si las personas con esta posición son personalmente indigentes, recibirán muchos beneficios de las personas o instituciones de naturaleza fraternal o caritativa, pero si están acomodadas harán donativos con este propósito pródigamente. Si alguna vez se conquistan enemigos encuentran algún medio de volver a reconciliarse con ellos.
Si Júpiter está afligido hace a la persona indolente e imprevisora y con el tiempo se convierte generalmente en un asilado de las instituciones caritativas donde vive hasta el término de su vida sin pena ni gloria.

del libro "El Mensaje de las Estrellas" 
de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel


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